Utopia Siglo XXI

 

 

Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.

 

Inicio

Archivos

Quién soy

Enlaces

 

Buscar en Utopia

 

UTOPÍA

Si damos un paso para lograrla, ésta se aleja un paso; si damos dos pasos, también se aleja dos pasos; así que la UTOPÍA sirve para CAMINAR.

 

 This page is powered by Blogger. 

 

Califica en Bitacoras.net:

 

 

Google

martes, enero 14, 2003

 

El diálogo
Feliciano Robles Blanco
Licenciado en Ciencias de la Educación

Con este artículo doy inicio a una serie que trata de reforzar la idea que tengo en que la mejor forma de solucionar los conflictos es a través del diálogo.
Creo que todos los conflictos públicos o privados pueden solucionarse mediante el diálogo, pero que este no puede ser un diálogo de sordos, es decir tan importante es saber hablar como saber escuchar, y que una vez nos ponemos de acuerdo en lo que estamos hablando, el diálogo tiene que concluir con un acuerdo fruto de una negociación donde nadie se sienta ni perdedor ni vencedor.
También el diálogo se tiene que considerar como algo vivo y dinámico y que todos los acuerdos son revisables y mejorables con el tiempo.
A continuación os adjunto el contenido de unas reflexiones en las cuales se muestra que el diálogo y el entendimiento de todas las personas son las puertas que nos abren el acceso para la LIBERTAD

¿Por qué el diálogo?

La palabra que más se ha escrito estos últimos tiempos en los periódicos ha sido “diálogo” el problema es que parece ser que no saben o no quieren saber con quien hay que dialogar.
Voy a intentar exponeros mi percepción del término diálogo.
Los que me conocéis habréis observado que procuro ser una persona dialogante, es decir no me considero en posesión de la verdad y siempre deseo escuchar la opinión de vosotros para poder obtener mejor conocimiento de un hecho concreto o afirmar mi opinión o conocimiento.
El diálogo, o “seny” es la base de la armonía y convivencia entre los humanos, el diálogo no busca lo mejor, sino que busca lo bueno.
La finalidad del diálogo tiene que ser el acuerdo, y para eso es necesario, saberse poner en lugar del débil y ver que parte de razón puede tener en su petición, y atender o negociar esa parte de razón y por tanto ceder en la postura inicial de partida.
En el acuerdo dialogado, no cabe lugar para sentirse vencedor o perdedor en el acuerdo, porque se supone que va a beneficiar a los dialogadores.

Hay que dialogar en primer lugar con nosotros mismos, atender las señales de conflictos que nos envía nuestro cuerpo y nuestro espíritu, si tenemos dolor o angustia, son signos de conflicto, si escuchamos a nuestro organismo podremos curar ese dolor y calmar esa angustia.

Después el diálogo lo tenemos que practicar con nuestra pareja, nuestros hijos y nuestra familia, buscar solución a esos pequeños conflictos que cotidianamente surgen y que a veces son auténticas chorradas.

El diálogo lo tenemos que tener con nuestros amigos y nuestros compañeros de trabajo para ampliar nuestras relaciones y concordia.

El diálogo lo tenemos que tener con nuestros jefes y subordinados para hacer más productivo y estimulante nuestro tiempo laboral.

El diálogo lo tenemos que tener con la sociedad y con nuestro adversarios para encontrar solución a tantos problemas sociales que nos amenazan.

Y por fin el diálogo lo tenemos que tener con nuestros enemigos, porque a veces el odio o el rencor no tiene por que ser mutuo. A mí me puede odiar un vasco por ejemplo, porque sea español, pero yo no siento nada de odio hacia un vasco por el hecho de que él sea vasco.

Es pues un problema la falta de comunicación y sinceridad la que desencadena los problemas y los conflictos, y seguro que hablando podemos encontrar puntos de acuerdo.


Quiero luchar contra la intransigencia de todos los fanáticos y autoritarios.
Salud
srobles@supercable.es

 

Escrito por Comentarios