Utopia Siglo XXI

 

 

Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.

 

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Si damos un paso para lograrla, ésta se aleja un paso; si damos dos pasos, también se aleja dos pasos; así que la UTOPÍA sirve para CAMINAR.

 

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jueves, enero 30, 2003

 

El valor del diálogo
Feliciano Robles Blanco
Licenciado en Ciencias de la Educación

Poco a poco voy presentando los contenidos y objetivos de Utopía siglo XXI para que sea un lugar donde las personas, tratemos de dialogar, sobre nuestros problemas e ilusiones para compartirlos y buscar soluciones cuando se pueda.
Me encantan tales objetivos, y os invito sinceramente a la participación e invitarles que se sumen a este Proyecto , os aseguro que lo vamos a pasar bien.
Aquí os mando un ejemplo de las maravillas que pueden conseguirse con el diálogo, que para mí es la parte esencial que asegura la convivencia entre los humanos.
Estoy en un foro de Internet, donde intervenimos personas con percepciones de la realidad muy diferentes, algunas de ellas muy dogmáticas. Pues bien os pongo el ejemplo de lo que ocurrió entre dos personas que partieron de posiciones muy enfrentadas y con diálogo ya son amigos y se han dado cuenta que coinciden en muchos aspectos.
Sí, amigos, del diálogo y la discusión civilizada sale la luz y la armonía.

Este es el aporte que envié al citado Foro:

He seguido con interés el diálogo que ha existido entre William y Luis Miguel sobre sus diferentes conceptos y percepciones de la realidad. No sabéis como celebro que de unas posiciones dogmáticas errantes se vaya pasando a otras en que aparecen frases como.

“ me parece muy bueno tu punto de vista...”
“en eso creo que estás equivocado...”
“ tenía yo otra opinión de este asunto...”
“mi opinión respecto de ti ha cambiado...”

Quizás William me vea a mi como una persona con mucha moralina a cuestas, no William, soy la persona más transgresora que te puedas imaginar, pero mis transgresiones son mentales y personales, yo no salgo a la calle diciendo a la gente que hay que ponerse hacer la revolución, dar un fusil a cada uno y empezar a pegar tiros.
Yo creo en la revolución del YO, es decir aquella que le permite sentirse a cada persona satisfecha consigo mismo.
Cada persona tiene una forma diferente de valorar y actuar en su paso por esta cortísima vida, por otra parte irrepetible, y por tanto cada día hay que levantarse con la total idea de que es uno nuevo, y que lo primero que hay que hacer es ganarse el sueldo, luego cuando ya lo hemos ganado, hay que intentar hacerlo en el menos tiempo posible, y con la mayor calidad posible.
Luego ya el resto del día es nuestra vida, y damos rienda suelta a nuestras pasiones, nuestros sueños y nuestras ilusiones.
Me decía el otro día un amigo que.

“La utopía es un sueño que si se hace proyecto puede hacerse realidad”

Nuestra utopía tiene que ser la paz, la armonía y la libertad de todos los humanos, cualquiera que sea su ideología, religión, lugar de residencia o profesión.
Que sea la ética nuestra pasión.

 

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