Utopia Siglo XXI

 

 

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miércoles, octubre 29, 2003

 

El timo de los tipos de interés (II)

Feliciano Robles Blanco

A raíz de la publicación de dos artículos uno sobre los precios de la vivienda y su futura inviabilidad y otro sobre el timo de los tipos de interés, he recibido un aporte de un lector de Barcelona que explica muy bien toda la estrategia fraudulenta que se mueve en torno a la especulación de la vivienda que va desde la oscura financiación de partidos políticos y ayuntamientos y a los enormes pelotazos que dan determinadas personas que tienen información privilegiada y buenos contactos bancarios.

Aquí os dejo la opinión cualificada de este lector:

Desde mi punto de vista la especulación del terreno tiene mayores implicaciones.

Los presupuestos deficitarios de los ayuntamientos, principalmente debidos a malas gestiones y trapicheos, se están cubriendo con el dinero que sacan de la recalificación de terrenos.

El negocio real de la financiación de los partidos políticos se basa en la triangulación de comisiones entre los constructores, las empresas privadas (por tanto opacas) constituidas por ayuntamientos y consejos comarcales con capital público y personas individuales (léase testaferros).

Estas empresas integran en sus consejos de administración a personajes tan dispares como políticos en el poder local o próximos a él, políticos de la oposición moderada y familiares de banqueros. Más adelante veremos el porqué de cada cosa.

Las constructoras elaboran curiosos contratos en los que por un lado cobran por urbanizar y por otro pagan una comisión a cuenta con el teórico fin de pagar las nóminas de los trabajadores de la empresa privada de capital público. La contrapartida de dicha comisión suele ser la devolución del dinero al término de las obras o bien, ante su imposibilidad por ruina de la empresa, la propiedad y la gestión de la venta y administración de la obra construída.

Curiosamente dichas comisiones suelen tener porcentajes con decimales que dan a sospechar que la otra parte de los decimales se la está llevando alguien en las mismas fechas de pago que las comisiones "normales".

Dado que dichas empresas privadas son opacas aunque partan de capital público, pueden negarse a rendir cuentas, y aunque las rindan por orden judicial, las triangulaciones a las cuentas de testaferros nunca pueden salir a la luz. Además pueden acabar en bancarrota y judicialmente salir limpios todos sus cargos diciendo que el administrador era un incompetente y no un ladrón.

Los familiares de banqueros que se sientan en dichos consejos de administración están para cubrir dos funciones:

1.- Asegurar los intereses de la familia, verificando que un importante paquete de las obras se adjudica a una inmobiliaria perteneciente al grupo bancario.
2.- Salir al quite en caso de manifiesta insolvencia de la sociedad, aportando los avales necesarios para que una empresa que no ha facturado en su vida, ni haya movido capital alguno, pueda acceder a un crédito de varias decenas de miles de millones de pesetas sin pasar por una ampliación de capital que debería solventarse en un pleno municipal. Lógicamente, el aval no es gratis.

En este sentido las operaciones inmobiliarias que se están dando ahora en las grandes capitales tienen este componente y es en esta clave en la que debemos analizar los escándalos de la Comunidad de Madrid, reduciéndolos al mero interés de cuál es el partido político que va a cobrar las comisiones de las recalificaciones y las construcciones.

En Barcelona tenemos otros temas como la conurbación que representa el fórum 2004 (el cual todavía nadie sabe de qué va pero se sigue construyendo y a qué ritmo), el puerto de San Adrián y el puerto de Badalona, con una recalificación general de lo que antes era suelo industrial como superficie para viviendas. Una franja de terreno de un par de decenas de km. de los cuales se ha expulsado a patadas a los inmigrantes que malvivían en las mismas empresas precarias en las que trabajaban.

En este punto un breve inciso para remarcar el lamentable papel de algunas/os escritoras/es e intelectuales que ponen la cara para que otros se lleven el dinero con una muestra absoluta de pardillez y falta de sentido crítico, porque la verdad es que si se tragan ese rollo ellos mismos no creo que cobren.

Con la dudosa excusa de destapar fachadas marítimas se sustituyen empresas antiguas con fachadas de 5 m. de altura por bloques de pisos de 25 y 30 m. de altura, (¿dónde está el beneficio del "destape"?) borrando la identidad histórica de la ciudad y edificándose sobre suelo compuesto por detritus industriales, porquerías químicas hoy día absolutamente prohibidas (léase explosivos, lejías, abrasivos, pinturas...) con movimientos de tierras para realizar diques y con un plan de saneamiento que ya fue denunciado por IU por no cumplirse y haberse realizado sospechosos movimientos de tierras hacia diques de contención y tuberías de aguas residuales en vez de ser descontaminadas.

Hay que conocer también cómo funcionan las cadenas de subcontratación de obras y servicios, en los que una gran empresa cede a varias más pequeñas las diferentes partes de una obra, quedándose una suculenta comisión por la gestión de dichas obras (en la práctica pasarle el marrón a otro).

Las empresas pequeñas reparten a su vez entre otras más pequeñas aún, llegando hasta el nivel de microempresas que para ajustarse al exiguo presupuesto tienen que trabajar en condiciones precarias y muchas veces contando con mano de obra con contratos basura o sin contrato.

En estos casos el beneficio se lo llevan las grandes y medianas empresas que subcontratan, siendo varias veces superior al importe que pagan a las microempresas que finalmente son las que realizan las obras.

¿A quién debemos atacar? ¿Al autónomo subcontratado al borde de la quiebra o al cabrón de la gran empresa que se queda con la comisión y escurre el bulto?

Otro beneficio importante y no derivado de la construcción en sí está en la reparcelación: es decir el pago de indemnizaciones a propietarios tasando el valor del terreno a precio de hoy, compensar con inmuebles tasados también a precio de hoy y la venta de los inmuebles a precio de mañana a través de terceras constructoras, coordinadas por otras sociedades privadas de capital público.

También es común ver como comisiones de obras públicas del AVE cifradas en 8.000.000 de ptas. van a parar al yerno de Aznar, o como más a pequeña escala, curiosos personajes que con un sueldo justificable ridículo poseen propiedades de lujo como veleros de 46.000.000 de ptas. tasados a precio de segunda mano, y cuyos gastos de mantenimiento por un temporal dentro del puerto pueden ascender a 16.000.000. El coste del amarre ni te cuento. Para hacernos una idea de las dimensiones, hay que decir que no se trata de una barquita de pesca, sino de una nave que para salir del puerto el propietario tiene que contratar tripulación porque no cuenta ni con el carnet necesario ni dispone de las posibilidades físicas él solo para moverlo.

Y no pasa nada. Todo sigue tranquilo, porque los poderes al cargo en todas las administraciones local, autonómica y estatal salen por televisión sentados en un mismo sillón ante el periodista de turno que en un pim-pam-pum les monta una entrevista-publirreportaje para animar a la participación ciudadana en el fórum 2004.

Por otro lado todos somos responsables de un modo u otro por tener un pisito comprado con dinero negro, por sacar dinero de la bolsa y ponerlo en el tocho, por vivir de -o convivir con- el beneficio de una empresa implicada, depender de un sueldo derivado de dichas empresas, dejarse subcontratar, estar hipotecados hasta las cejas y tener miedo a perder el empleo, etc., ya que desde 1986 la gente ya no vota para progresar sino para no perder lo que ya tiene.

Debemos entonar un "mea culpa" (otro más si cabe) los que desde la Izquierda Eternamente Teorizante vivimos instalados en un bienestar virtual, éticamente amparados por un pasado rojeril y carreras delante de los grises, al abrigo de sueldos seguros de funcionarios del campo de la educación -por poner un ejemplo (y no es ánimo de atacar a gente de buena fé, sino de constatar la realidad del comunismo de salón) - , teorizando infinitamente sobre Gramsci, Sacristán, y el PCI (léase pichí) porque vivimos en un "Matrix" muy alejado de la realidad de la calle y de una realidad de una teórica clase obrera que ya no existe y que de hacerlo tiempo ha que nos ha dado la espalda.

No seamos ingenuos. Todos sabemos por qué no hay interés de que pinche la burbuja inmobiliaria.

Es fácil salir a la calle para protestar contra lo de Irak, pero en lo tocante al vil metal ya sabemos todos a quién hay que votar para no perder lo que uno tiene.


 

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