Utopia Siglo XXI
Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.
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UTOPÍA
Si damos un paso para lograrla, ésta se aleja un paso; si damos dos pasos, también se aleja dos pasos; así que la UTOPÍA sirve para CAMINAR.
martes, septiembre 20, 2005
Crónica de un viaje a Barcelona (II)Cuando se hace turismo la climatología juega un factor determinante en las cosas que se quieren visitar en una ciudad.
El pasado sábado mi mujer y yo teníamos previstos dos actividades diferentes, si hacía buen día iríamos a pasear por la zona olímpica de Barcelona, porque por aquellos terrenos de Poble Nou, estaba lleno de fábricas y la que había de Motor Ibérica trabajé yo un año o así hasta que la trasladaron a la Zona Franca y todos aquellos enormes solares los transformaron en la zona más moderna de Barcelona. Teníamos interés por pasear por aquella zona, pero tuvimos que activar el plan B, porque amaneció un día lluvioso y desapacible.
El plan B consistía en ir a visitar el Museo de la Ciencia de la Fundación la Caixa. Este Museo ya lo conocíamos de hace muchos años, pero recientemente se le había hecho una gran ampliación y tenía interés en verlo, porque a mi me entusiasman los museos científicos.
Lo primero que constatamos al llegar es que había una gran cantidad de matrimonios o padres con sus hijos e hijas, lo cual resulta muy positivo que los padres lleven a conocer estos museos a sus hijos. El problema que yo encontré es que la mayoría de los niños y niñas que acompañaban a sus padres no eran mayores de diez años y por lo tanto podían entender muy poco de las cosas y experimentos tan interesantes que hay en este museo científico.
A mi me hubiese gustado haber visto a jóvenes adolescentes, bachilleres e incluso universitarios, porque estos si que podrían entender y leer los contenidos explicativos de los diversos elementos que componen el museo.
Así que yo creo que los padres se desentienden un poco de los hijos cuando llega la adolescencia y ya no se sienten motivados para acompañarlos a visitar estas instalaciones. Tampoco se veían grupos de jóvenes que por si mismo hubiesen tenido la idea de ir a visitar este Museo.
Es una pena que sean así las cosas, porque allí podrían encontrar la respuesta del funcionamiento de muchos de los elementos científicos mediante los cuales se ha producido el avance de la sociedad, y también conocer las consecuencias que traerá el consumo desaforado de todo tipo de productos tecnológicos.
Un cordial saludo
Feliciano
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