Utopia Siglo XXI
Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.
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UTOPÍA
Si damos un paso para lograrla, ésta se aleja un paso; si damos dos pasos, también se aleja dos pasos; así que la UTOPÍA sirve para CAMINAR.
domingo, febrero 19, 2006
Mi nuevo ordenador (IV). 1992Feliciano Robles Blanco
Hola amigas y amigos: Entre los docentes y muchas otras personas, hay posturas muy encontradas sobre si los ordenadores son positivos o negativos en la formación de los jóvenes.
Yo creo firmemente que si se sabe instruir adecuadamente a cualquier persona en el manejo adecuado de un ordenador tiene más elementos positivos que negativos y que constituyen hoy día un elemento potente de facilitador del aprendizaje.
De 1984 a 1992 procuré hacerme amigo de los docentes de matemáticas que eran los que entonces mejor sabían manejar los ordenadores y poco a poco fui aprendiendo algunas técnicas para manejarlos.
Como vi que el tener habilidad con el teclado era importante un verano de aquellos cuando mi hijo mayor tenía 14 años nos apuntamos a un curso de mecanografía y cogimos mucha soltura para escribir en un ordenador con cualquier procesador de textos, por ejemplo el wordperfect que era el que estaba entonces de moda.
Lo más significativo para mí fue que en 1992, se celebró en Sevilla una Exposición Universal donde se hicieron cosas muy importantes para esta ciudad, por ejemplo, un nuevo aeropuerto, una nueva estación de ferrocarril, varias autopistas de circunvalación con puentes sobre el río Guadalquivir muy espectaculares, pero sobre todo empezó a funcionar el tren AVE de Sevilla a Madrid y los adelantos que se expusieron en los diferentes pabellones internacionales que había en la Expo.
Mi familia teníamos un abono de entrada a la Expo, y allí íbamos casi todas las tardes y allí pudimos ver por primera vez funcionar y practicar con Internet en una serie de ordenadores que instaló IBM por el recinto de la Expo. Mis hijos especialmente el pequeño que sólo tenía 9 años se pasaba el rato encantado navegando en aquellos ordenadores por Internet.
Aquella instalación de IBM constaba de una red de banda ancha que fuera de allí no existía así que los primeros internautas pasaban muchas fatigas para poder navegar con los medios que ofrecía telefónica.
Al finalizar la Expo, ya compré el primer PC que he tenido era un 386 de la marca Olivetti, muy limitado en memoria y disco duro, así que mi hijo mayor que era el que más lo manejaba se pasaba la vida metiendo y sacando programas porque no le cabían en el disco duro.
En aquel PC mi hijo se ganó el primer salario de su vida cuando tenía 15 ó 16 años y creó un programa para gestionar un gimnasio que había cerca de mi casa y cuyo dueño era amigo mío.
Desde aquí quiero rendir un homenaje a una serie de compañeros míos que dedicaron muchas horas por entonces a intentar sacar el máximo rendimiento posible a aquellas máquinas tan limitadas que tenían.
feliciano53@hotmail.com
Continuará
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