Utopia Siglo XXI

 

 

Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.

 

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viernes, junio 23, 2006

 

Educación: Y eso ¿ qué es? (II)
Feliciano Robles Blanco

Hola amigas y amigos: ya expuse ayer lo difícil que fue para mi definir conceptualmente el significado del término Educación.

A estas alturas de la vida me atrevo a definir la Educación como un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que nos permitan adaptarnos al entorno que nos rodea, nos permita tener una autoestima positiva de nosotros mismos, y que el periodo educativo y formativo se extienda a lo largo de toda la vida, ya que las circunstancias del entorno y nuestras sensaciones personales van cambiando con el paso del tiempo al mismo tiempo que va cambiando la sociedad.

También me atrevo a señalar que son muchos los entornos educativos y formativos de los que extraemos conocimientos, destrezas y actitudes, al margen de la Educación Formal Institucional.

De todos estos entornos educativos y formativos, la experiencia personal más negativa que tengo yo, es de la Educación Institucional que recibí en la escuela en los pocos años de mi infancia que asistí a la misma.

Esa Educación Institucional que yo recibí, entraba en contradicciones serias con el análisis que yo hacía de los contenidos que tenía que aprenderme y del énfasis que ponían en los mismos el cura y el maestro que me los enseñaba.

Para mi lo más negativo que me resultó aprender fue la Formación Religiosa y Católica que intentaron enseñarme, ya que enseguida entre en problemas de conciencia de no querer aceptar las explicaciones que me daba el cura sobre la Historia Sagrada, los Sacramentos y los Evangelios. Y digo que fue negativa porque entonces estaba mal visto y perseguido poner en duda esa enseñanza, y a mi me costó tiempo y meditación renunciar a esos aprendizajes por considerarlos falsos y manipulables.

Referente a la Educación Institucional que me dio el maestro que tuve, también la detestaba, porque estaba hinchada de un falso patriotismo y nacionalismo absurdo, ya que intentaban enseñarnos que ser español y extremeño era ser lo mejor del mundo. Creo que esos principios eran poco consecuentes con la situación de miseria y atraso en las que yo me desenvolvía, así que las soflamas patrióticas del maestro tenían sobre mí efectos contrarios a los que él pretendía enseñarnos.

El colmo del patriotismo se produjo cuando cumplía el Servicio Militar, y en el acto de jura de la bandera, tenía que jurar en voz alta que estaba dispuesto a morir por defender la Bandera de España. Por supuesto que no pronuncié dicho juramento y desde aquél día rompí para siempre con los falsos patriotismos y pasé de considerarme ciudadano español a considerarme ciudadano del mundo.

En este punto radica el quid de la Educación Institucional , que es necesario atender muchas veces las razones o dudas que pueda poner un niño a nuestras intenciones como padres o como docentes a la hora de adoctrinarlo o educarlo.

Hoy día muchos docentes no son o no somos conscientes de respetar y atender a los niños en sus dudas o indiferencia a nuestras enseñanzas o discursos moralizantes, porque muchas veces los adultos no somos ejemplos para ellos y los niños a menudo aprecian una gran contradicción entre lo que se les dice que hagan y lo que hacemos los adultos, dando pie a ese sentimiento o actitud llamado hipocresía.

feliciano53@hotmail.com

 

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