Utopia Siglo XXI

 

 

Diario educativo de Feliciano Robles, para tratar de conseguir una Educacion integradora y liberadora en los valores humanos que mas dignifican a las personas.

 

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viernes, junio 02, 2006

 

Por qué soy de izquierdas (I)

Feliciano Robles Blanco

Voy a escribir varios aportes para que ustedes conozcan y juzguen si lo creen oportuno, las razones por las cuales soy de izquierdas de toda la vida. Además siempre lo he declarado públicamente incluso cuando Franco estaba vivo y entonces decir esas cosas, y trabajando como Ingeniero en una gran empresa tenía riesgos añadidos por la continuidad del empleo.

Este aporte va especialmente dedicado a las personas que a veces me critican por esa militancia de izquierdas.

Verán, cuando nacemos las personas, todos traemos una herencia genética que nos define muchos rasgos, pero que esta herencia se ve muy condicionada por el ambiente donde nos toque vivir.

No es lo mismo, nacer varón que mujer especialmente en algunas culturas, no es lo mismo nacer rico que pobre, en todas las culturas, no es lo mismo nacer en una aldea que en una ciudad, no es lo mismo nacer en un país que en otro, no es lo mismo ser hijo deseado que no serlo, y no es lo mismo ser muy inteligente que no serlo.

Yo nací en 1947, y de estos factores, solamente tenía dos o tres favorables: Desde pequeño tuve fama de ser muy inteligente en la aldea donde vivía, y por ser el varón primogénito fui un hijo deseado y aceptado por mis padres desde el nacimiento. Sin embargo todo lo demás era negativo. Eramos muy pobres, vivíamos en una aldea muy atrasada y vivía en una región atrasada y en un país con una Dictadura fascista que entonces funcionaba a pleno rendimiento.

Mis padres eran casi analfabetos, pero ellos quisieron que yo no lo fuera, así que de la mejor manera que supieron, cuando estábamos en el campo con el ganado, mi padre me enseñaba las cuentas y mi madre a leer y a escribir lo poco que ella sabía. De tal forma que cuando fui a los parvulitos, yo ya sabía leer, contar, y escribir con cierta fluidez. Aquello fue una sorpresa y se corrió la voz por la aldea, y toda la gente mayor me apreciaba mucho y algunos cuando me veían por la calle, me daban un trozo de periódico para que lo leyese en voz alta, o para que les dijese cuanto era 7*8 por ejemplo.

En aquellas escuelas a las que yo fui, a los niños se nos clasificaba por el orden que ocupábamos en la clase, así que yo siempre fui catalogado el primero de la clase.

Al llegar a los diez años, se produjo un hecho trascendente en mi vida: Los compañeros que yo tenía en la clase que eran más ricos, fueron mandados a estudiar a colegios internos o a seminarios de curas, y los que éramos pobres dejábamos de ir a la escuela y empezábamos a trabajar en el campo, especialmente guardando cerdos, cabras y ovejas.

Pero un día un maestro que me apreciaba mucho llamó a mi madre y la dijo que era una pena que con lo que yo sabía tuviese que pasar el resto de mi vida en aquellos trabajos duros del campo. Y mi madre le contestó que como ella pudiese yo no me moriría en el campo.

De los 10 a los 14 años, los pasé en el campo, pero yo no paraba de aprender cosas, me interesé por conocer a que se dedicaban los más de1000 habitantes que tenía el pueblo, conocer la agricultura y la ganadería, siempre estaba contento en el campo, porque mi madre me había dicho que algún día cambiaría nuestra suerte y que yo podría estudiar y trabajar de forma diferente.


Cuando a los 14 años mi madre me envió a Cataluña con mis tíos, fue con la condición de que hiciesen lo posible para que yo pudiese aprender un oficio, y estudiar lo que pudiese. La cosa no era fácil, mis tíos también eran muy pobres, y yo tenía que trabajar 8 horas diarias en la fábrica y luego por la noche desplazarme de Callus a Manresa en bicicleta, para poder estudiar Oficialía Industrial, y luego ya cuando tuve 18 años y me fui a Terrassa, y trabajaba de oficial fresador mis tíos me dieron una especie de bendición y que ya me apañase por mi cuenta de la mejor manera que pudiese. Allí estudié Maestría y luego Ingeniero Técnico y siempre trabajando para ganar lo necesario para mi sustento.

A así me fui a la mili, y allí pude empezar a desarrollar un trabajo intelectual por primera vez y ya nunca más volví a desarrollar trabajos manuales.

Es para mi un gran orgullo, que a pesar de las dificultades que he tenido haya podido vivir de la capacidad de mi inteligencia.

Como no debo nada a nadie, solamente a lo que hicieron mis padres conmigo, y luego mis tíos, he podido siempre luchar por querer mejorar las condiciones de miseria y sufrimiento en el que se ven abocados a vivir mucha gente en contra de su voluntad.

De este principio y de estas vivencias nacen mis primeros arraigos izquierdistas, y que hoy día me considero que soy tanto o más feliz que el mas millonario que pueda existir sobre la tierra.

Yo creo firmemente en que debería existir una verdadera igualdad de oportunidades para que la cuestión económica no sea la barrera por la cual se desperdician muchas inteligencias que puestas al servicio del bien común podrían comportar una sociedad más justa.

También detesto, que la mayoría de los titulados universitarios, persigan a menudo más su enriquecimiento personal que el servicio que prestan a la Comunidad

(Continuará)

 

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