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sábado, diciembre 02, 2006

 

Elecciones sindicales de los docentes

Feliciano Robles Blanco

Hola amigas y amigos: hace un par de días hemos celebrado en Andalucía las elecciones sindicales de los docentes de las instituciones educativas de la Red Pública.

Han sido unas elecciones sin pena ni gloria, celebradas con una participación del 50 % poco más o menos, y con una alta cantidad de sindicatos y organizaciones corporativas representadas.

Es curioso la mezcla que hay en los docentes entre lo que es un sindicato y una organización corporativa de un grupo particular de docentes. Me refiero por ejemplo a la Asociación de Profesores de Institutos de Andalucía (APIA), que se ha presentado a las elecciones como sindicato y ha obtenido buenos resultados.

Los docentes somos un grupo con unas características muy singulares, los hay que se consideran solo docentes funcionarios docentes y por tanto pertenecientes a un llamado Cuerpo, y como tales están un poco por encima de los que se consideran un funcionario. Eso docentes funcionarios docentes y corporativos defienden ardientemente parte de los privilegios que tenemos los docentes e incluso pretenden ampliarlos, con un espíritu y estilo totalmente antisolidario con respecto a otros colectivos de trabajadores.

Los docentes que somos funcionarios tenemos una serie de privilegios bastante significativos, tales como ser propietarios de una plaza en un centro educativo de forma vitalicia una vez conseguida la oposición, también tenemos la posibilidad de que si no estamos a gusto en ese Colegio o Instituto podamos participar en el Concurso de Traslados y trasladarnos a otro lugar.

Por otra parte gozamos de lo que se entiende por “Libertad de Cátedra” para impartir la docencia según el criterio personal de cada uno de nosotros sin otra cortapisa que cumplir el horario establecido y los grupos asignados, a partir de ahí ya tenemos una gran libertad para actuar de acuerdo con nuestro estilo o principios.

La jornada lectiva de los docentes de Institutos no supera los 18 módulos lectivos semanales y hay una gran cantidad de docentes que por ser Jefes de Seminario o Departamento, o miembro de equipos directivos tienen una reducción lectiva horaria significativa.

El horario de trabajo es intensivo por la mañana así que eso nos permite a la mayoría poder llevar bastante bien la jornada de trabajo y la convivencia familiar.

A pesar de estas ventajas significativas hay mucho malestar en el colectivo docente, principalmente de desencanto moral, es decir, parece como si fuésemos un estorbo en vez de una necesidad, y así los que bregamos con adolescentes hay veces que lo pasamos francamente mal.

Hace falta un rearme moral de nuestra profesión, y reivindicar la figura del maestro implicado con la enseñanza de los aprendizajes significativos que puedan ser verdaderamente útiles a sus alumnos en función de las características sociales que tengan los mismos

 

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