Utopia Siglo XXI

 

 

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viernes, abril 13, 2007

 

Macro y microecnonomía del euro

Feliciano Robles Blanco

Hola amigas y amigos: Hay una percepción generalizada en las capas más populares y pobres de la ciudadanía que perciben que desde la adopción del euro como moneda en curso su situación económica va empeorando cada día mas, sin que vean una posibilidad de recuperarse a corto o medio plazo. Especialmente angustiosa está el asunto para los ciudadanos que están endeudados con hipotecas o préstamos altos de consumo.

Sin embargo las cifras macroeconómicas van viento en popa, el PIB no deja de crecer el paro va bajando y el consumo se mantiene alto.

Voy a tratar de descifrar a que se debe esta situación.

El euro está bajo el control del Banco Europeo, y tiene como misión principal controlar la inflación en la zona euro, adoptando la política monetaria que sea necesario hacer para mantener la inflación a raya. Esta política monetaria la controla mediante los tipos de interés con el que presta dinero a los bancos para que luego los bancos lo negocien con las empresas y los particulares quedándose una suculenta comisión por esa gestión.

Se he hecho creer, que para controlar la inflación, el mejor arma es tener un control férreo del salario de los trabajadores y funcionarios. Si los salarios no suben no podrán subir los precios. Es la tesis que mantienen los teóricos de este asunto.

Pero el problema está trucado. Porque la otra parte que puede generar inflación son las rentas que produce el capital, y aquí en este campo no hay límite a las ganancias que puedan tener los empresarios y sobre todo los especuladores del dinero.

Así que nos encontramos, que los propietarios de viviendas han visto como su patrimonio no ha dejado de crecer a un ritmo de un 20% anual, con lo que la diferencia de patrimonio que hay hoy día entre quien tiene vivienda y quien no la tiene es abismal. No digamos nada de los que tenían dinero hace unos años y decidieron invertirlo en bienes inmobiliarios que de la noche a la mañana se han convertido en millonarios y se les presenta una vejez dorada y una herencia a sus herederos importante.

Lo mismo ocurre con los especuladores de dinero que decidieron invertir en bolsa, llevan ganando varios años seguidos un incremento de su patrimonio del orden del 20% anual, ahí está como ejemplo el pelotazo que han pegado los que tenían acciones de ENDESA. Pero hay muchas empresas cotizadas con unas plusvalías tremendas en estos años.

Otro tanto ocurre con muchos empresarios, que no han tenido escrúpulos para contratar mano de obra barata, con emigrantes ilegales o legales, o que no tienen escrúpulos en contratar a jóvenes bien preparados y formados con sueldos inferiores a 1000 euros mensuales.

Así que dicho esto, en estos últimos años han aparecido una serie de nuevos ricos que están haciendo un derroche consumista como nunca se había conocido, son estos nuevos ricos los que viajan, los que llenan los restaurantes los fines de semana, los que compran coches superlujosos o potentes todoterrenos, los que visten en tiendas de marcas caras y selectivas.

Este festín consumistas de los nuevos ricos que cito, es lo que tira del consumo y el que crea la percepción de que la macroeconomía va bien.

Por lo tanto nos encontramos ante un reparto injusto de la riqueza que genera la sociedad. A las capas sociales de trabajadores no les llegan ni siquiera migajas mientras que las clases propietarias les sobra dinero por todos lados y se permiten hacer ostentación de su riqueza y su derroche.

 

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